Debido al hecho de que se encuadra en plena comarca del Condado, el producto más característico de la gastronomía de Manzanilla es el vino fino especialmente el de la cooperativa local, que se convierte en el perfecto acompañamiento para cualquier plato o aperitivo de la gastronomía manzanillera.
Dentro de los manjares que se pueden degustar en Manzanilla, resultan muy conocidas sus calderetas, estofados de carne de cerdo o de ternera con verduras y patatas, que suelen ser consumidas en reuniones, celebraciones y fiestas. Existen otras sabrosas recetas de las que podemos destacar los caracoles y las cabrillas, platos de gran tradición, presentes tanto en las casas como en los bares y restaurantes de la localidad, formando parte de las tapas más solicitadas por sus clientes, sobre todo en el verano. Otros platos que también se puede degustar en Manzanilla son el conejo campero, la pescada en blanco con patatas y gurumelos, y las conocidas tortillitas de bacalao.
Para finalizar esta muestra de la gastronomía manzanillera encontramos las frutas propias de la zona, así como una gran variedad de dulces entre los que podemos saborear recetas caseras como el arroz con pastel de plátano; las empanadillas; los hornazos (dulce muy típico de la Semana Santa), elaborados con almendras, azúcar, aceite, harina y huevos; las perrunas, hechas con manteca, harina, huevos y azúcar; los roscos y el queso de almendras. De interés especial es el arrope, una especie de mermelada sin azúcar, producto de la cocción del mosto a fuego lento hasta hacerlo espesar, a la que se le suele añadir frutas bien maduras, dulces o calabaza. Es una forma tradicional de hacer dulce sin azúcar. Sin embargo, por su complicada elaboración, cada vez son menos las casas que lo preparan. En este delicioso paseo por los dulces típicos de Manzanilla, nos detendremos en los pestiños, hechos con una masa de harina y azúcar con un toque de anís que se fríe en aceite, y se baña en miel.
Como se puede observar todos estos dulces están elaborados con ingredientes de la tierra, entre los que son de especial calidad el cabello de ángel, los productos derivados de la miel, el aceite y el vino.